6/5/2011
Desesperado por salvar la vida de su pequeño hijo, un padre confesó que, a escondidas de los doctores, le daba aceite de marihuana medicinal para curarlo de un tumor cerebral. Increíblemente, el pequeño hoy no tiene ningún rastro de la enfermedad.
La historia comenzó en junio de 2009, en la localidad de Montana, en Estados Unidos, cuando el pequeño Cash Hyde cumplió un año. Mike, su padre, lo llevó al doctor porque pasaba enfermo. Tras varios exámenes, los especialistas detectaron un peligroso tumor cerebral de casi seis centímetros.
De acuerdo a la cadena de noticias KXCY, Cash comenzó con las quimioterapias para tratar de disminuir el tamaño del tumor. ¿El problema? La fuerza de los medicamentos volvió aún más débil al pequeño, que tras las sesiones vomitaba, sufría de infecciones sanguíneas e insomnio, además debía pasar 40 días sin comer. Para colmo, las probabilidades de una operación exitosa eran de casi el 10%.