10/10/2010
Las pymes vinculadas al autocultivo de cannabis facturan 50 millones al año
No parece que hablen de una planta. Por el modo cariñoso en que se refieren a ella, da la impresión de que la conversación versa sobre un ser querido que precisa constantes cuidados. «Fíjate, parece que tiene hongos»; «esperemos unos días a ver qué pasa»; «obsérvala bien y, si ves que no mejora, dime algo». Ese ser querido del que hablan Oriol Elies y sus clientes son, en realidad, plantas de marihuana. Elies es el propietario de Autocultiu Grassia, uno de las muchas grow shops que en los últimos años han florecido en Catalunya (hay más de 40) y donde se venden semillas, fertilizantes, abonos y toda la gama de dispositivos diseñados para favorecer el crecimiento de la planta de marihuana. Los clientes son personas que han decidido cultivar cannabis por sí mismos, en sus balcones o en habitaciones interiores, para después consumir la flor.
Ambos, vendedor y cliente, alimentan el negocio de comercios y empresas que se dedican a suministrar productos para el autocultivo de marihuana. Una actividad económica que, pese a estar vinculada a una droga ilegal, está en pleno crecimiento incluso pese a la crisis, pues cada vez son más los particulares que deciden cultivar por su cuenta. Según cálculos de Spannabis, la entidad que organiza las tres ferias del cannabis que se celebran en España, hay un millar de empresas españolas vinculadas al negocio del autocultivo de marihuana y el sector factura al año 50 millones de euros
ABONOS ESPECÍFICOS / El abanico de empresas es variado: la mitad son tiendas (grow shops), y el resto, distribuidoras y bancos de simientes, fabricantes de fertilizantes, humidificadores, lámparas, armarios, pipas o papel de fumar. «Es un sector en alza formado sobre todo por pymes que incluso ha crecido con la crisis, pues personas que se han quedado en el paro han montado grow shops», explica Raúl del Pino, portavoz de Spannabis, que añade: «Hay empresas de abonos que ya hacen productos específicos para la marihuana».
El auge de este sector es palpable en las ferias. Este año, a las de Barcelona y Madrid se ha sumado la de Málaga. «En la última feria en Barcelona tuvimos 20.000 visitantes», comenta Del Pino, que destaca: «Tenemos lista de espera de empresas que quieren estar en la feria».